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Lo que comenzó como una casa de fin de semana familiar terminó convirtiéndose en un complejo turístico que hoy es referencia en San Vicente. Así nació Oasis Campero, un emprendimiento que María y su familia convirtieron en un espacio pensado para el descanso, el disfrute y la conexión con la naturaleza.
Con cuatro casas de diferentes tamaños y comodidades, Oasis Campero se adaptó a las necesidades de familias, grupos de amigos y parejas. Hay opciones para dos, cuatro, siete o hasta doce personas, todas equipadas con quincho, parrilla, piscina y espacios verdes privados.
Entre las propuestas más buscadas aparece el “vagón del oasis”, una tiny house equipada con piscina tipo spa y ducha escocesa, ideal para escapadas románticas.
Claro está, las familias también encuentran su espacio. La “Casa Oasis Oeste” está pensada para grupos numerosos, con capacidad para hasta 12 personas y una parrilla interna gigante que permite disfrutar incluso en días de lluvia o frío.
Además del alojamiento, Oasis Campero ofrece servicios adicionales de gastronomía con viandas que se entregan en cada casa y la organización de reuniones empresariales con asado y meriendas para que los visitantes disfruten del parque y la pileta.
Con los años, el lugar también se convirtió en escenario de momentos inolvidables. Una de las anécdotas más recordadas fue la celebración de una misa al aire libre por parte de un grupo religioso, una experiencia que los huéspedes describieron como “única y conmovedora”, según recordó María.
Asimismo, el espíritu emprendedor de la familia se expandió hacia un nuevo proyecto: el Complejo Coronado. Ubicado a 500 metros de Oasis Campero, incluye departamentos, locales y un supermercado que abastece a toda la zona de quintas.
La ubicación estratégica es otro diferencial. A pocos kilómetros de San Vicente y de Canning, y con rápidas conexiones a la Ruta 58 y la Néstor Kirchner, los visitantes logran combinar naturaleza, tranquilidad y accesibilidad. “Estamos en un punto intermedio: lejos del ruido, pero cerca de todo”, resumió María a este medio.
Oasis Campero abre sus puertas durante todo el año. En temporada alta, las casas se alquilan en forma independiente, mientras que en temporada baja pueden funcionar como hostería por habitación. “Cada árbol que ves aquí fue fruto de amor y esfuerzo. Ese espíritu es el que queremos compartir con cada persona que nos visita” concluyó María.
Para más información podés comunicarte a través del perfil deInstagram @oasiscampero o @complejo_coronado.
